Fue hace más de quince años, pero Dolores Chaumet, médica especialista en ginecología y obstetricia, aún recuerda vívidamente algunos casos de las mujeres que llegaban al Hospital Roque Saénz Peña con infecciones producidas por abortos clandestinos. Habla de la fiebre, los escalofríos, el dolor, el sangrado, pero sobre todo el miedo.